PPSOE


Los unos y los otros
(os hablo
a secas de los dos
partidos con más tos parlamentaria,
que cada día huelen más a mierda
por la sencilla y todopoderosa
razón
de que desprenden cada día
más mierda) mienten.
Sí. Mienten. Cada vez con más descaro.
Putos Pinochos. Y
tan anchos que nos venden el ombligo
con piercing de la luna.
Samberos miserables.
Que mueven
el culo por entrar en La Moncloa
y encarroñarse de laureles y euros.
Ya ven: aparte de poeta,
nací rockero y del Atleti. Paren
el bus, que yo
me bajo.
Mereces y merezco y merecemos
más, mucho más...
Abramos
los ojos, finalmente
(tan sólo hay que cerrarlos para amar).
Quitémonos la ropa.
Echémosle testículos y ovarios.
Matemos a las hienas
(perdónenme el eslogan las no humanas,
allá en la selva, decididamente
mejores).
Votemos
en blanco.
Votemos
semen paterno.
Votemos
leche materna.
Sin maquillajes. Sin mentiras. Pura.
Es tiempo de engendrar la DEMOCRACIA
del siglo XXI.

¿QUÉ ES UN HAIKÚ?

..................a Álvaro Pérez Sánchez

¿Qué es un haikú?
Me lo pregunta un hombre
hermoso,
un Hércules
enfermo de Kick Boxing,
metro 93,
102 kilos,
toro que suda día
a día en el gimnasio, esa pradera,
tras escucharme recitar
desnudo
en el abismo verde de la ducha.
¿Qué es un haikú?
Insiste.
Insiste como insisten los valientes:
la luna no se compra
con euros.
¿Qué es un haikú?
De qué
me serviría
hablarle de Japón
o del minimalismo
en métricas
impares
a quien comprende
mejor
el arte de la fuerza
y la autenticidad
que la predicación plastificada
y sin espíritu
de los manuales de literatura.
¿Qué es un haikú?
Persígnate.
Sé tierra.
Dispón
el cuerpo para la felicidad
del K.O.
¿Qué es un haikú?
Un puñetazo de naturaleza.


TE QUIERO, ÁRBOL


Según
las últimas noticias que circulan
vía internet,
la deforestación del Amazonas,
-ya saben-
el gran pulmón del mundo,
abarca
a día de hoy
aproximadamente
500.000 kilómetros cuadrados.
Qué pena, coño.
Perdónenme este blues: rompo a llorar.
Se dan 2 circunstancias
un tanto caprichosas
que me hacen ver
con claridad
paradisíaca
la extrema –y lo repito-
la extrema gravedad
del caso:
1ª) Estoy leyendo un libro de haikús,
-ya saben-
poemas
originarios de Japón,
pequeños como un clítoris,
que nos educan
sencilla
y bellamente
en la felicidad de la naturaleza;
2ª) Una princesa de año y medio,
Celia, mi hija,
-ya saben-
el inocente ser
humano que me sobrevivirá,
la criaturita guapa
a quien
he de legar
un gran espacio,
un gran oxígeno,
un gran amor,
esta mañana, de paseo,
exactamente a la 1
y 23 minutos,
lo mismo que un koala
se me ha abrazado a un álamo
y le ha balbuceado inmortalmente
-no miento, maravilla-:
“Te kero, abo.”

EL MESÍAS


Me toco las pelotas como nadie.
Inigualable en el regate lírico.
Veloz más que haikú sobre la hierba.
No me detiene un verso el policía.

Me voy de literatos y merengues.
Que den a los cuentistas por el ano.
Me cae bien el Atleti, esa locura.
Estoy del lado de la rebeldía.

La luna es un balón que me sonríe.
El Camp Nou lleno de lectoras bellas.
Que nunca falte la pornografía.

Soneto y verso libre, rosa y cosa.
Un crack haciendo goles y metáforas.
Yo soy el Messi de la Poesía.
AMAOS UNOS A OTROS COMO YO ME AMO

..................Sé que soy mucho más guapo
...................cuando no me siento feo.

......................... FITO y FITIPALDIS


500
caballos no me igualan en belleza.
¿Nací para reinar en las platónicas
portadas de revista?
¿Nací para alegrar las congeladas
vitrinas de Kiosko?
Afirma cada espejo que me copia:
¡qué guapo!
El mundo necesita más un hombre
hermoso
que la caricia verde de la lluvia.
Odiadme, feos.
Rockeramente me masturbo duro
pensando en mí. Con dos cojones. No
me baño en la piscina de los otros.
-¿Misántropo?, preguntará la luna.
-Feliz conmigo mismo, aclararé.

Me quiero.