EL ARTE DE ORINAR


Orino en la utopía.
Orino en la sordera de Beethoven.
Orino en la cúpula del iglú sobre la que Luzbel practica yoga.
Orino en las avispas que moran en un guante de boxeo.
Orino en el pulmón de la Ñ.
Orino en el olvido y sus azúcares.
Orino en la Yamaha sin frenos del amor (tan virgen y tan puta).
Orino en la ciudad de los atletas búfalo.
Orino en el número 9.
Orino en el ADN de la melancolía.
Orino en la centaura de senos electrónicos.
Orino en los bigotes felices de Dalí (el genio que escupió sobre su madre momia).
Orino en la precrística antorcha de los Juegos Olímpicos.
Orino en el Kioskero que comercia helados con sabor a verga, lame, lame.
Orino en el artículo 44 (¡cultura es musculatura!) de la Constitución Española.
Orino en la masturbación atómica de los obispos.
Orino en las gárgolas de Notre Dame (que fuman marihuana).
Orino en la cuchara que subes a la boca, apático lector.
Orino en el ojo del culo no pisado de la luna.
Orino en la palabra oxígeno, ¡tan bella!
Orino en mi ataúd (yo, el inmortal).
Orino en tus ovarios, Poesía.

EL CRISTO DEL BIG BANG




Ordéñame.
Babel habita
en mí. La luna cae
lo mismo que un ciclista sobre el mundo.
Como el macho cabrío,
estoy hecho de amor,
guitarra heavy
y monte.
Y tú arrodíllate. Y abre la boca.
Y mírame con odio. Bello el mal
más que la primavera
en China.
Oh Dios.
Alcohol viril.
El reino del poema.
El universo late en mis testículos.
Yo soy la bomba atómica.
El Cristo del Big Bang.
Sacia tu sed,
valkiria.

ESCRIBO, FOLLO, ESCRIBO


Escribo
con alegría pistolera, rock big bang y pene táurico.
Escribo, follo, escribo.

Escribo para quienes enferman oasismente por amor
y ríen como atletas
y buscan novia, simio o dinamita en cada puerto
y bailan tango con la luna zen
y gozan la belleza del caimán entrando en la piscina.

Escribo, follo, escribo.

Escribo para quienes se orgasman como mal y poco 1 vez al día,
7 veces a la semana, 30 veces al mes,
365 veces al año.

Escribo, follo, escribo.

Escribo para quienes incendian la cabaña de Pitágoras
y tocan el trasero hispano a los ciclistas
y lamen los tobillos de las putas
y beben whisky, sol y leche
en el amanecer azul, comanche y pornostar de la resurrección.

Escribo, follo, escribo.
Y nada más. Y nada menos.
Que el resto es manicomio, arpón glacial y mierda.
Que el resto es manicomio, arpón glacial y muerte.