TE QUIERO, ÁRBOL


Según
las últimas noticias que circulan
vía internet,
la deforestación del Amazonas,
-ya saben-
el gran pulmón del mundo,
abarca
a día de hoy
aproximadamente
500.000 kilómetros cuadrados.
Qué pena, coño.
Perdónenme este blues: rompo a llorar.
Se dan 2 circunstancias
un tanto caprichosas
que me hacen ver
con claridad
paradisíaca
la extrema –y lo repito-
la extrema gravedad
del caso:
1ª) Estoy leyendo un libro de haikús,
-ya saben-
poemas
originarios de Japón,
pequeños como un clítoris,
que nos educan
sencilla
y bellamente
en la felicidad de la naturaleza;
2ª) Una princesa de año y medio,
Celia, mi hija,
-ya saben-
el inocente ser
humano que me sobrevivirá,
la criaturita guapa
a quien
he de legar
un gran espacio,
un gran oxígeno,
un gran amor,
esta mañana, de paseo,
exactamente a la 1
y 23 minutos,
lo mismo que un koala
se me ha abrazado a un álamo
y le ha balbuceado inmortalmente
-no miento, maravilla-:
“Te kero, abo.”

4 comentarios:

E * dijo...

Maravilloso !

La sabiduría de los niños es inmensa *

Un beso o 2 !

Anónimo dijo...

Muy bueno, de veras.

mariapán dijo...

Pues a mi que me da que desaprender todo lo aprendido sólo pueden enseñarlo ellos ¡fíjese usted! el legado que le dejas y el que te fabrica ella a medida que crece...
¡y hay quien dice que observar a los niños es pérdida de tiempo!

Me enamoró esta entrada y tu hija también...

Un beso para los dos.

el ecologista dijo...

Finìsimo Oscar desde hace 20 años se talan en el mundo 300 millones de arboles al año, de un promedio de vida de 300 anos , algunos de mas de 1,000 años, en todo el planeta para hacer papel para computadora y le platico a mis 2 hijos el daño mortal que le hacemos al planeta, a la flora y a la fauna con este atropello en cuanto a tu retoño todos los hijos nos dejan dia a dia huella y enseñanza. Saludos