INDOMABLE
Desnúdate, que vas a liberarte
al leer mis versos sucios e incendiarios,
que vivo para hacer del sexo arte
y muero por un par de orgasmos diarios.
La Venus sin braguitas, mi estandarte,
mi credo, antes que Dios, unos ovarios,
por eso busco amor en cualquier parte
y doy virilidad a cuerpos varios.
Nací para pecar, un mujeriego,
y, si no tiene nada de loable,
me río del demonio mientras juego.
Acéptame cual soy, un indomable,
y cierra este poema, a piel y fuego,
echándome un polvazo memorable.
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