EL PUNTO ROJO. FUKUSHIMA


Tras el monstruoso
avance
informativo,
en entrevista urgente,
Hernández Luna,
Doctor
en Ciencias Físicas,
experto en energía nuclear,
bigote
a lo Charlot
-las bromas otro día-,
responde con frialdad
a la pregunta
primaria: -¿Cómo
actúa
la rabia atómica
en la naturaleza humana?
Chernóbil en la mente colectiva.
Nos habla del diluvio crematorio.
Del tren
de los estériles.
Del manicomio de las mutaciones.
De los galápagos
del cáncer.
Terror.
La fiesta del plutonio.
El arte de luchar contra las nubes.
Concluye así:
-Japón,
persígnate.
Que Dios riegue tus rosas.
La radiactividad
se abraza
al cuerpo
igual que una gorila
enamorada.
DEL ARTE CUTREPOP Y EL BLABLABLÁ


Afirma Oscar Wilde:
Que hablen de uno, aunque sea mal.
Con bofetada paranoico-crítica,
corrige Salvador Dalí:
Que hablen de uno, aunque sea bien.
Sencillamente: ¡mierda a la apatía!

Confieso, qué puñetas:
12 de marzo del 91 (en breve
entenderán por qué recuerdo el día
con fiebre pitagórica).
La casa de mis padres. Han salido.
En una misma habitación, 3 jóvenes
muy jóvenes miramos babeantes
un póster de Samantha Fox
(la diosa de la época).
Guardamos
silencio monacal:
verbalizar la fe, ¿con qué palabras?

Comienzo yo, qué toro.
Me siguen. Sí. Me siguen. Amistad
en ese masturbarnos
furiosos como aviones de combate.
Qué cracks.
Más bienaventurados, nunca, nunca.
Espíritus del monte.
Los más felices reyes que jamás
han galopado a lomos de las nubes.

En el instante del derramamiento
(qué sincronización,
trío de ases),
en el momento de la maravilla,
-agárrense, que viene el huracán-
abre la puerta (no Satán, peor)
la santa que me trajo en mala noche
al mundo. ¡Tierra, tráganos!
Vergüenza es poco. Para encañonarse
con un revólver magnum 38
y derramar la vida por el suelo.
¡Joder! ¡Qué copla!

2 décadas después, no existe whisky
que borre del cerebro aquella página
oscura como lunes o neumático.
Terrible.
Que tu progenitora te descubra
en la liberación
del animal que bulle
en tus entrañas. Y con los colegas.

Ya ven.
Nevó en Nigeria. Cosas del directo.
En estos tiempos de los contertulios
histéricos, del arte cutrepop
y de la anécdota
morbosa,
al menos, un consuelo, sí que sí:
eyacular delante de mamá
en compañía de los camaradas
es un magnífico
final
para un poema.

Magnífico. Y que hablen, ¡qué cojones!
¡Que hablen! Blablablá.
PPSOE


Los unos y los otros
(os hablo
a secas de los dos
partidos con más tos parlamentaria,
que cada día huelen más a mierda
por la sencilla y todopoderosa
razón
de que desprenden cada día
más mierda) mienten.
Sí. Mienten. Cada vez con más descaro.
Putos Pinochos. Y
tan anchos que nos venden el ombligo
con piercing de la luna.
Samberos miserables.
Que mueven
el culo por entrar en La Moncloa
y encarroñarse de laureles y euros.
Ya ven: aparte de poeta,
nací rockero y del Atleti. Paren
el bus, que yo
me bajo.
Mereces y merezco y merecemos
más, mucho más...
Abramos
los ojos, finalmente
(tan sólo hay que cerrarlos para amar).
Quitémonos la ropa.
Echémosle testículos y ovarios.
Matemos a las hienas
(perdónenme el eslogan las no humanas,
allá en la selva, decididamente
mejores).
Votemos
en blanco.
Votemos
semen paterno.
Votemos
leche materna.
Sin maquillajes. Sin mentiras. Pura.
Es tiempo de engendrar la DEMOCRACIA
del siglo XXI.

¿QUÉ ES UN HAIKÚ?

..................a Álvaro Pérez Sánchez

¿Qué es un haikú?
Me lo pregunta un hombre
hermoso,
un Hércules
enfermo de Kick Boxing,
metro 93,
102 kilos,
toro que suda día
a día en el gimnasio, esa pradera,
tras escucharme recitar
desnudo
en el abismo verde de la ducha.
¿Qué es un haikú?
Insiste.
Insiste como insisten los valientes:
la luna no se compra
con euros.
¿Qué es un haikú?
De qué
me serviría
hablarle de Japón
o del minimalismo
en métricas
impares
a quien comprende
mejor
el arte de la fuerza
y la autenticidad
que la predicación plastificada
y sin espíritu
de los manuales de literatura.
¿Qué es un haikú?
Persígnate.
Sé tierra.
Dispón
el cuerpo para la felicidad
del K.O.
¿Qué es un haikú?
Un puñetazo de naturaleza.


TE QUIERO, ÁRBOL


Según
las últimas noticias que circulan
vía internet,
la deforestación del Amazonas,
-ya saben-
el gran pulmón del mundo,
abarca
a día de hoy
aproximadamente
500.000 kilómetros cuadrados.
Qué pena, coño.
Perdónenme este blues: rompo a llorar.
Se dan 2 circunstancias
un tanto caprichosas
que me hacen ver
con claridad
paradisíaca
la extrema –y lo repito-
la extrema gravedad
del caso:
1ª) Estoy leyendo un libro de haikús,
-ya saben-
poemas
originarios de Japón,
pequeños como un clítoris,
que nos educan
sencilla
y bellamente
en la felicidad de la naturaleza;
2ª) Una princesa de año y medio,
Celia, mi hija,
-ya saben-
el inocente ser
humano que me sobrevivirá,
la criaturita guapa
a quien
he de legar
un gran espacio,
un gran oxígeno,
un gran amor,
esta mañana, de paseo,
exactamente a la 1
y 23 minutos,
lo mismo que un koala
se me ha abrazado a un álamo
y le ha balbuceado inmortalmente
-no miento, maravilla-:
“Te kero, abo.”

EL MESÍAS


Me toco las pelotas como nadie.
Inigualable en el regate lírico.
Veloz más que haikú sobre la hierba.
No me detiene un verso el policía.

Me voy de literatos y merengues.
Que den a los cuentistas por el ano.
Me cae bien el Atleti, esa locura.
Estoy del lado de la rebeldía.

La luna es un balón que me sonríe.
El Camp Nou lleno de lectoras bellas.
Que nunca falte la pornografía.

Soneto y verso libre, rosa y cosa.
Un crack haciendo goles y metáforas.
Yo soy el Messi de la Poesía.
AMAOS UNOS A OTROS COMO YO ME AMO

..................Sé que soy mucho más guapo
...................cuando no me siento feo.

......................... FITO y FITIPALDIS


500
caballos no me igualan en belleza.
¿Nací para reinar en las platónicas
portadas de revista?
¿Nací para alegrar las congeladas
vitrinas de Kiosko?
Afirma cada espejo que me copia:
¡qué guapo!
El mundo necesita más un hombre
hermoso
que la caricia verde de la lluvia.
Odiadme, feos.
Rockeramente me masturbo duro
pensando en mí. Con dos cojones. No
me baño en la piscina de los otros.
-¿Misántropo?, preguntará la luna.
-Feliz conmigo mismo, aclararé.

Me quiero.

AMOR SE ESCRIBE CON Z AL PRINCIPIO Y CON A AL FINAL

...........................................homenaje a Zamora

Hostal La Juventud. Las 23 horas y pico. Antes de la muerte cotidiana (el sueño), converso brevemente con el recepcionista, un hombre no muy guapo, delgado como el cuello de un cisne, en el que intuyo una polla descomunal, seguramente del tamaño del odio que un violinista adiestrado en Johann Strauss (hijo) profesa al puto reggaetón. El diálogo que improvisamos galopa por la noche sin la más mínima trascendencia. Hasta que, hablando de orígenes, urbes y otras mierdas, sentencia convencido: Zamora es la mejor ciudad del mundo. Joder con el murciélago. Menudo endecasílabo se ha sacado del ala. Se graba a fuego (y agua y aire y tierra) en mi corazón. Nos despedimos. Sin lágrimas. De camino a mis rosas insomnes y a mis helicópteros, me pregunto por qué: ¿Por qué cojones Zamora es la mejor ciudad del mundo? Metamísticamente, ipso facto, agraciado hippie que vomita hierba por el culo, doy con la respuesta.


La palabra Zamora, qué maravilla, encierra en sí, letra a letra, íntegramente, igual que un coño sagrado, la palabra amor (Z-amor-a). La palabra Zamora, qué maravilla, pues, por lo pronto, iguala en lluvias, stripteases espirituales y cafés sin cuchillo a la palabra Roma (leída al revés -clásico ejemplo-: amor). Roma-nticismo puro. Zamora-nticismo duro. Pero he aquí que la palabra Zamora, qué maravilla, filológicamente, avestruz que entierra la cabeza en las nubes, en un prodigio de cólera, se erige indiscutiblemente en la capital del EROS: su letra inicial es la Z (última de nuestro alfabeto: Z-amora) y su letra final es la A (primera de nuestro alfabeto: Zamor-a). ¡Idioma cabrón y mágico! La palabra Zamora, qué maravilla, está habitada por la palabra amor y ésta, a su vez, amurallada insuperablemente por las letras última y primera del abecedario, esto es, en potencia, por la Poesía (con mayúscula, por favor), y además, en este orden, última-primera, el orden inverso al esperado, como todos los actos tocados, penetrados y eyaculados brutalmente por la flecha-falo de Cupido.


Desde hoy (desde siempre, por los siglos de los siglos), no cabe duda, Zamora es la meca de los enamorados: visita obligada al menos una vez en la vida para quienes se pierden verdaderamente por los huesos (con carne, mucha carne: la belleza huye de los herbívoros) de su pareja. Tras este último razonamiento, cumplo con el ritual saludable y eléctrico de siempre y me sacudo una señora paja, más propia de un búfalo que de un filósofo amateur. ¡Ay, qué sería de mí sin la blancura! Dos mugidos después, me acurruco en la cama. Apago la luz. La luna es una bola de billar que rueda por la calle, martilleando la carrocería húmeda y sin ranas de los coches. ¡He dicho que apago la luz, coño! ¡Cerebro, desconecta! ¡No toques más los huevos! Ríndete por hoy. Aprende de las piedras y descansa. Multiplícate por cero. Ya te has masturbado. ¿Qué más quieres? En fin. Zamora, cosa de dos. Y yo aquí solo. ¡Solo! Sin poder follar. Y, para colmo, con el colchón entero para servidor de nadie, sin poder dormir. ¡Sin poder follar! ¡Y sin poder dormir! ¡Me cago en las ovejas, tú!

ALMA


Mi nombre es Sexo y mi apellido es Sexo

Nací Sexo
a b c Sexo Sexo Sexo
en la jodida hora Sexo del día Sexo del mes Sexo del año Sexo
en la calle Sexo de la metrópoli Sexo del país Sexo del planeta Sexo del universo Sexo

Mis zapatos son Sexo:
camino Sexo por el puente Sexo desde más acá del Sexo hacia más allá del Sexo

Soy el poeta Sexo:
escribo Sexo con tinta Sexo de bolígrafo Sexo sobre papel Sexo para gente Sexo
que no duerme por las noches sino Sexo
m n ñ Sexo Sexo Sexo

Bebo Sexo y como Sexo: orino Sexo y cago Sexo

Muero Sexo y resucito Sexo

Y misteriosamente Sexo
cosa diabólica cosa divina Sexo
una y mil y una veces Sexo Sexo Sexo no se cansa uno del Alma, esto del Sexo
x y z Sexo Sexo Sexo

CUANDO ME COMEN LA POLLA


Cuando me comen la polla, me vuelvo loco.
Cuando me comen la polla, me siento genial.
Cuando me comen la polla, los relojes se derriten.
Cuando me comen la polla, las jirafas arden.
Cuando me comen la polla, el gran masturbador.
Cuando me comen la polla, cuerno de rinoceronte.
Cuando me comen la polla, el misticismo nuclear.
Cuando me comen la polla, yo soy el surrealismo.
Cuando me comen la polla, que le den por culo -con amor- a Lorca.
Cuando me comen la polla, viajo de París a Nueva York.
Cuando me comen la polla, Walt Disney.
Cuando me comen la polla, ávida dollars.
Cuando me comen la polla, sonríen mis bigotes.
Cuando me comen la polla, estoy de gala, ¡estoy de gala!
Cuando me comen la polla, Salvador Dalí.

POETA EN NUEVA YORK

Yo, que nací en Europa, gladiador
que muere cada noche por morder
un culo diferente de mujer,
voy por el mundo eyaculando amor.

Acabo de rendirme al esplendor
de Nueva York, la meca del poder,
en donde rugen taxis por doquier
y subes a la luna en ascensor.

No pienso, sin embargo, estar aquí
ni mucho menos una eternidad:
turista de mil cuerpos, soy así.

Mañana he de pisar otra ciudad:
hoy abra las dos piernas para mí
la puta Estatua de la Libertad.

POEMA PRESOCRÁTICO


En esta noche de contradicciones
felices
en la que Dios
importa menos que Jack Daniel´s
y el cráneo
del buen ajedrecista cae al mar
lo mismo que una avispa muerta,
al tiempo
que ladra Lenny la brujita Kravitz,
qué músculos, cabrón,
a punto de explotar
el alba,
lectores, hijos de la gran, dejadme
adanizar
este poema
y, sin preservativo
y sin amor y sin más nada,
y tan hermoso el universo, oiga,
hacer
un brindis X
en esta habitación
con caries
por la vegetariana que me come
con gula
interminable
la carne genital,
el búfalo viril, la puta polla.





-
30/10/2010.
D10S cumple 50 años.


.
MÍSTICA DEL SEXO


Hagamos el amor, como quien reza,
ardiendo más allá, noche quemada,
felices, con la luna por almohada
viajando de la piel a la pureza.

Ofréndame sin ropa tu belleza
que yo te ofrendaré la madrugada,
al mundo revelemos que con nada
derrota el corazón a la cabeza.

No existe más Iglesia que el deseo:
la Biblia que me lees y que te leo
se escribe, cuerpo a cuerpo, entre los dos.

El arte del orgasmo es más que arte:
persígnate, que voy a penetrarte
el alma hasta que Dios bendiga a Dios.


¿Quién dijo fútbol?
.






DISFRUTA


Disfruta.
No sólo vuelan
los pájaros.
Disfruta.
Aquí y ahora,
apóstol de la X.
Disfruta.
Existe mucha momia
paralizando la hermosura
del mundo: muévete.
Disfruta.
Libera al animal.
Destroza la guitarra.
Arriesga hasta morir.
Disfruta.
Boxea con el cosmos.
Estrella
tu coche contra los acantilados.
Conquista el sur.
Disfruta.
Fotografía
bisontes y relámpagos.
Y sácale la lengua
al huracán.
Disfruta.
Apasionadamente.
Igual que un esquimal.
Quema tu iglú.
Disfruta.
Sin más ropa que el cuerpo.
Al aire libre. Con un par.
Disfruta.
Oh rey
de reyes. Puto héroe.
Disfruta.
Y clava este cartel
sobre la puerta:
Trabajo
en el amor.
No pierdo tiempo.
El que no folle bien...
que no moleste.

.

QUIERO. ODA A LOS LUGARES


Quiero hacerte el amor
en todos absolutamente todos los lugares.

Farmacias,
panaderías, circos,
la cama (que no muera la buena tradición),
sobre la tela del paracaídas,
jardines, taxis, cajas de zapatos, subiendo el Everest,
astas de ciervo, lunas de hospital, al pie de los olivos,
encima de la lavadora (por supuesto),
yates, el grito del suicida, marihuana,

pinturas de Picasso,
debajo del paraguas, lluvia, lluvia,
en los colmillos
del tigre, manicomios, conventos, en la quinta
cuerda de la guitarra,
lavabos de taberna, delante de tu gente y de mi gente,

entre la espada y la pared,
tablas de surf,
4 columnas de la RAE,
pajares (con aguja),
tricornios, platos de espaguetis,
museos y balcones, en la verde
pradera del Camp Nou,

Brasil, los helicópteros
apache, tras el río,

sarcófagos,
noticias de periódico, cañones de revólver, pan del sur,

dentro del corazón (OVNI que late),
buhardillas, selvas y pupitres,

en el citroën sin alma ni neumáticos,
en el portal de la melancolía,
en la palabra
etcétera.

Con la lujuria perdonable de quien busca a Dios
en la violencia del orgasmo.


Quiero hacerte el amor
en todos absolutamente todos los lugares.
Empiezo -aquí y ahora- en el poema.