VIII recital ACOJONANTE
de poesía no menos ACOJONANTE .
jueves 12, 22.30 h.
EL SAVOR
C/ San Justo 28
(Salamanca)


Aprovechando la onanista mano ancha que me han dado para redactar esta nota, afirmaré que Óscar BORONA (Salamanca, 1980) y David VEGUE (Talavera de la Reina, 1980) son dos auténticos hijos de puta. La mayoría de mujeres desnudas dirá que sobre todo dos auténticos. La minoría de hombres vestidos, que bajo nada un par de hijos de puta. Escriben bien. Rock&rollean bien. El resto poco importa. Como acompañante de lujo, acariciando los seis muslos de la guitarra eléctrica, un genio (y no es cobarde cumplido ni valiente broma), el psicólogo del agua, el hombre que hizo sonreír al sauce llorón, el coronel piel roja, Héctor GARCÍA RODICIO (Santander, 1981). Contribuid al caos con más luz. Tatuadlo en vuestras nalgas: Amor, Amor, y lo demás es mierda.

................................................................Alejandro Alegría
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3 comentarios:

mariapán dijo...

¡y para cuando Sevilla! es que me pilla lejos y no llego seguro andando.
¡snif! me quedaré con la gana de escuchar a dos hijos de puta ¡con lo que me gusta como recitan los hijos de puta!
Un beso

David Vegue dijo...

Mariapahn:

Ya que los poetas pueden resultar misteriosos hasta para los propios poetas, y así me resulta un misterio saber por qué el señor de Erópolis a estas alturas todavía no ha contestado si quiera una vez a uno de tus comentarios. Ya que, por otro lado, asisto encantado a esta comunicación invisible que se establece entre los dos en cada post de este lugar, pues después de cada entrada de este dermócrata no me quedo satisfecho hasta que llega tu comentario (si falta, siento la entrada incompleta), y ya que gozo de la intimidad eropoliana, lo cual me permite algunos privilegios, como conocer las respuestas a estos comentarios, aunque finalmente nunca lleguen a ser plasmados en las planchas de la electricidad. Ya que estoy programado y programada para cumplir biológicamente con todo lo que sea bello, y ya que sé que puedo tomarme esta libertad, por el derecho de belleza que me corresponde, suplantaré por unos instantes, metamísticamente, al señor de Erópolis, seré sus ojos y sus manos un breve momento, y te tocaré por él, contestándote en su lugar:

Cuando estás unido a alguien, tarde o temprano, acabas accediendo a ciertas cosas por él. Desde que Óscar Borona y yo hicimos una lectura pública juntos por primera vez, y en noche colmada por los dioses decidimos ponerle el nombre de acojonante, prometiendo fidelidad a la palabra, desde entonces, digo, nunca más pude volver a hacer una lectura poética solo, quiero decir, sí las hice, pero lo evito, porque sin él no significan nada para mi. Con él encuentro sentido en el hecho de ponerte a un lado de la poesía dejando el otro lado para la gente. Sin él, esto ya no tiene sentido. Por otro lado, él sabe que estas cosas me divierten, y aunque a veces se me olvide que me divierten, de vez en cuando necesitamos divertirnos. Y yo sé que esas cosas le divierten y, aunque a veces se le olvide, sé que de vez en cuando necesitamos divertirnos. Por eso, sin saber muy bien cómo ni por qué, de vez en cuando, de un lado o de otro, un día nos levantamos y decidimos divertirnos un rato, decidimos que es hora de un nuevo acojonante.

Unido todo esto, diré que Sevilla es un lugar al que siempre he querido ir (volver) pero en calidad de hijo de puta. Así que tarde o temprano sé que un día habremos de levantarnos, nos miraremos, y diremos: es hora de ir a Sevilla. Contigo, ahora, hay un motivo más para que esto suceda. No te sorprendas pues, María, si un día te despiertas y te encuentras de frente con dos auténticos hijos de puta dispuestos a llevarte un rato infinito de paseo, acojonantemente, de formas y maneras que ni si quiera sospechas que puedan existir (metafóricamente hablando). No debe sorprenderse de que suceda algo aquel que estaba sobreaviso de que ese algo sucedería.

Te dejo dos besos, sabiendo que de los dos sólo uno me pertenece a mi.

mariapán dijo...

Querido David:
Regreso a este rincón en este Viernes agotador, después de una semana cargada de primavera y sus síntomas y me encuentro con esta maravillosa respuesta de una de las partes de Borona.
Si te digo la verdad los ojos se me han abierto un poco más que de costumbre y la curiosidad me ha salpicado gratamente al ojear el comentario, ver que estaba dirigido a mi y que no eran ni dos ni tres palabras... ¡Gracias! En realidad nunca espero respuestas cuando comento estos poemas, no me hacen falta; sólo me hacen falta los propios retazos que va dejando este señor por aquí reflejados y que si faltasen pues... si que me jodería ¡y mucho! pero no hay problema si el poeta no contesta, yo soy de las que leen los blogs por propio egoismo, para beneficiarme y nutrirme de lo que leo ¡sin más! (aunque de vez en vez no viene mal que un amigo del propietario de todo esto, se manifieste y me haga más bello un viernes).
Con respecto a Sevilla, ya estoy esperando ese paseo infinito y acojonante y asumiendo el aviso ¡me hago cargo! y espero que pronto el universo conspire, los astros se alineen y tenga en frente a dos hijos de puta que, conmigo, ya serían tres.
Un beso enorme para los dos y otros dos besos enormes uno para cada uno.